Estoy utilizando estos días para poder aprender más que nunca sobre personas que me inspiran y sobre temas que me apasionan. Estar confinado en casa puede ser la mayor de las condenas o una gran oportunidad de hacer cosas que durante tu vida cotidiana te cuesta mucho hacer. Así que me he lanzado a realizar un par de cursos online de dos universidades prestigiosas (YALE y UNIVERSITY OF PENNSYLVANIA) y a devorar un montón de contenido online de profesionales que me inspiran como Kim Cameron o Simon Sinek, que aportan multitud de ideas sobre cómo liderar a los demás.
Precisamente estaba ayer disfrutando de una de sus conferencias cuando surgió una cuestión interesante que me hizo reflexionar. Decía Sinek que la mayoría de los directivos y de los mandos intermedios están interesados en sacar lo mejor de cada una de las personas que tiene a su cargo y el decía: “¿Sacar lo mejor?, pero que nos creemos que son unas toallas que podemos exprimir y estrujar hasta sacarles la última gota de líquido…”.
Y esta cuestión me hizo pensar, porque habitualmente utilizo esa expresión, “sacar lo mejor de los demás”, aunque obviamente, no con ese significado. Quizás el lenguaje no es inocente y tenga que comenzar a sustituir dicha expresión por otra mucho más certera, cuando hablamos de liderar, como: “Crear un entorno adecuado de trabajo dónde cada uno pueda dar lo mejor de sí mismo”. Esta si que me parece una expresión mucho más certera y adecuada de lo que debería de ser la finalidad última de cualquier líder o gestor de personas.
Digo que el lenguaje no es inocente porque una mala expresión puede llevarnos a una situación que no deseamos, de la misma manera que una pregunta incorrecta puede conducirnos irremediablemente a una respuesta incorrecta.
La clave para que las personas puedan ofrecer lo mejor que llevan dentro es generar un equipo de confianza, ya que, si no lo hacemos, en palabras del propio Sinek, tendremos un grupo de empleados que mienten, se esconden o fingen en el trabajo. Y me parece que tiene toda la razón.
Esto es lo que llevo varios años llamando “generar un entorno de seguridad psicológica”, aquí es dónde se mueven los equipos de confianza, porque es un entorno donde:
- Puedo ser vulnerable ante los demás y no temer por las consecuencias.
- Puedo levantar la mano y decir “acabo de cometer un error”.
- Expresarle a mi responsable que me ha dado un puesto de trabajo en el que no tengo claro lo que tengo que hacer, o dónde necesito más formación.
- Expresar que tengo problemas en casa, que tengo miedo a tomar una determinada decisión o que necesito ayuda para sacar algún proyecto adelante.
- Es trabajar en un entorno dónde no tenga miedo a sentirme humillado o castigado por cualquier motivo.
Si no somos capaces de generar este entorno seguro de trabajo, comenzarán a aparecer fisuras y la organización poco a poco comenzará a ralentizarse y a desintegrarse, hasta que se derrumbe por completo. Y esto ocurrirá no por las personas que la forman, que tendrán un porcentaje pequeño de responsabilidad en todo esto, sino por los líderes que están gestionando a estas personas y que no están sabiendo generar el entorno adecuado de trabajo.
Así que, plantéate cuándo acaben estos días convulsos para todos y la situación vuelva a la normalidad (relativa), cómo quieres que se trabaje a tu alrededor, porque con esa decisión estarás hipotecando el rendimiento de tu equipo en un futuro.
Aprovecho para informaros que si queréis obtener mi último libro «Liderar personas es simple, no es sencillo» de una manera gratuita en formato ebook, solo quedan 24 horas para conseguirlo sin coste en Amazon a través de este enlace. https://amzn.to/33NtaJl . El motivo es que Amazon solo me dejaba ofrecerlo de una manera gratuita durante 5 días y cuando publique este post, ya llevará cuatro días donde ha sido descargado más de 450 veces. Si llegas a tiempo y puedes descargarlo y leerlo, agradeceré mucho una valoración o reseña por tu parte en Amazon.
Cuidaros mucho, para poder cuidar de los vuestros.