La semana pasada pude participar en un agradable desayuno de trabajo donde varios directivos reflexionaban acerca de las claves para incrementar los niveles de engagement de los empleados con sus compañías.

Pese a lo manido del tema, resulta absolutamente necesario tomar unos minutos para reflexionar acerca de esta problemática, puesto que en la mayoría de las ocasiones, las causas son fácilmente identificables, sin embargo, la solución cuesta algo más de implementar.

Engagement en el trabajo

Engagement uno de los principales retos de las organizaciones en el siglo XXI

A continuación te resumiré a modo de pequeños “tips”, las principales conclusiones que allí se alcanzaron y dejo abierto el post para que puedas aportarme tu punto de vista, sobre este tema.

Las principales pautas o conductas que los directivos y responsables de equipos pueden realizar en el día a día, para incrementar los niveles de compromiso de sus empleados son:

  • Realizar acciones observables de una manera habitual: Está muy bien identificar las conductas que debemos realizar e incluso podemos anticipar el impacto que tendrán sobre el capital humano de nuestra compañía, pero si no las incorporamos a nuestro día a día y las realizamos de una manera tangible, es prácticamente imposible que puedan generar un impacto positivo en las personas.
  • Dar el protagonismo a las personas: La mayoría de las veces las personas que forman la organización ya son conocedores de aquello que necesitan o desean para sentirse verdaderamente “conectados” con la compañía, sin embargo, todavía solemos diseñar soluciones a la falta de engagement sin contar con su opinión, sin implicarlos en el proceso; Es como si nos diera miedo hablar de determinados temas o incluso reconocer veladamente una falta de sintonía entre ambas partes.
  • Celebrar los éxitos: Las emociones en los equipos son extremadamente importantes y del mismo modo que en ocasiones, solemos caer en determinadas inercias negativas que nos empujan a ver todo en blanco y negro, resulta muy enriquecedor, el hecho de poder trabajar sobre las fortalezas de las personas y celebrar aquellos hitos o pequeñas metas que se vayan consiguiendo. Al igual que ocurre en el mundo del deporte, las personas tienden a unirse mucho más y hacer frente común cuando los resultados son positivos, por eso reconocer los logros puede resultar una extraordinaria práctica para tornar mucho más objetiva, nuestra percepción de la realidad y la de las personas que forman la compañía.
  • Preocuparse “genuinamente” por las necesidades de las personas: Este es uno de los aspectos más demandados por los empleados en las compañías, el disponer de un responsable que se preocupe por su bienestar físico y mental, al que puedan recurrir cuando las cosas vienen mal dadas y que tenga entre sus máximas, conocer y cubrir las necesidades de las personas que tienen a su cargo. Esta acción suele producir una especie de “deuda moral” entre organización y empleado. Ambos reconocen la importancia suprema de la otra parte, conocen sus necesidades y están dispuestos a ofrecerse la atención necesaria para que la atención entre ambos, sea extraordinaria.
  • No tendrás empleados implicados y comprometidos, si no te gustan las personas. En ocasiones es más sencillo de observar que de explicar, pero resulta prácticamente imposible, que tu equipo quiera darte lo mejor si no tenemos ese punto de pasión por nuestro trabajo, por conocer a cada persona a nuestro cargo, por facilitarle el trabajo y el entorno, al mismo tiempo que reconocemos su importancia dentro de la estructura y sentimos un profundo agradecimiento por su esfuerzo y dedicación. El tiempo que debemos de invertir en estas acciones tendremos que restarlo de otras actividades, sin embargo, será imposible de encontrar si las personas no se encuentras en el centro de nuestro sistema y se convierten en el foco, de todo lo que ocurre en el equipo y en la organización.

engagement

5 Conclusiones que entran dentro del sentido común, que todos entendemos como obvias cuando las leemos, y que sin embargo, no se encuentran dentro de las prioridades de actuación de la mayoría de directivos y responsables. Si deseas leer otro artículo que escribí hace unos años sobre esta materia puedes hacerlo aquí.

No se trata tanto de medir, como de sentir. Aunque comenzamos a disponer de herramientas que de una manera objetiva pretenden medir estos aspectos hasta ahora intangibles, en la mayoría de los casos basta con cambiar nuestra actitud y nuestras prioridades en el día a día.

Y tú ¿Qué opinas? ¿Añadirías o quitarías alguna?